Cómo Activar tu Kundalini y Acceder a Estados Elevados de Conciencia sin Años de Práctica
- Jero Krohnengold
- 4 jun
- 4 Min. de lectura
La palabra Kundalini proviene del sánscrito y significa "enroscada", haciendo referencia a una serpiente que se eleva en espiral alrededor del eje central del cuerpo, la columna vertebral. Esta imagen mística encierra un proceso biológico, espiritual y energético que, bien comprendido, nos permite acceder a estados de conciencia extraordinarios.
A diferencia de lo que suele creerse, el despertar del Kundalini no es el final de un camino místico, sino la llave de entrada a una dimensión más profunda de autoconocimiento, alquimia interna y potencial humano expandido. Y lo mejor: puedes comenzar hoy mismo, desde tu cuarto, sin necesidad de gurús ni décadas de práctica.

1. El mito del miedo y el negocio del secreto
En Occidente, el tema del Kundalini ha sido cubierto con una niebla de misterio, temor y dependencia. Algunos advierten que puede ser peligroso si no se practica bajo estricta supervisión, mientras otros te venden una técnica secreta a cambio de miles de dólares. Ambas visiones tienen algo de verdad, pero también mucho de exageración.
El despertar de Kundalini es, en realidad, un proceso natural del cuerpo humano que puede acelerarse con prácticas conscientes. Si se realiza con respeto, consciencia y progresión, no hay nada que temer. Es tan accesible como potente, y es tiempo de democratizar este conocimiento.
2. El ascenso: de lo sexual a lo divino
La energía Kundalini comienza su viaje desde el chakra raíz (Muladhara), ubicado en el piso pélvico. Allí se concentra una gran cantidad de energía vital, hormonal y sexual que, si no se desperdicia, puede sublimarse hacia niveles más altos de conciencia.
Este proceso ocurre a través de lo que podríamos llamar una “bomba bioeléctrica” que impulsa energía desde los genitales, subiendo por la columna vertebral y activando glándulas, órganos y centros neuronales en cada chakra hasta llegar a la glándula pineal. Allí se produce un coctel neuroquímico que puede incluir DMT, anandamida, dopamina, serotonina y oxitocina, provocando visiones, euforia, y expansiones de la percepción.

3. Respiración: la clave para despertar tu energía
Todo este proceso comienza por la respiración. Inhalar de forma profunda, consciente y expandiendo no solo el pecho sino también las costillas, espalda y vientre, activa la llamada bomba cráneo-sacral, que impulsa energía desde el piso pélvico hacia el cerebro.
Una técnica esencial aquí es la respiración testicular (o pélvica), donde al inhalar se lleva el aire “hasta abajo”, y al exhalar se mantiene una ligera contracción del piso pélvico. Esto genera presión interna, oxigena los órganos sexuales y activa los neuroquímicos de esa zona, que comienzan a subir hacia el cerebro.
4. Práctica base: bombeo energético + visualización
Inhala profundo desde el piso pélvico.
Siente la energía subir en espiral desde el sacro, pasando por el plexo solar, el corazón, la garganta, el entrecejo hasta la coronilla.
Visualiza una serpiente energética que se enrosca alrededor de tu columna vertebral.
Presiona suavemente el abdomen al final de cada inhalación, para ayudar a empujar la energía hacia arriba.
Sostén la atención en el punto que esté “atascado” y respira allí hasta sentir que se libera.
Cuando esta energía llega al cerebro, muchas personas reportan flashes de luz, visiones arquetípicas, recuerdos ancestrales o sensación de expansión infinita.
5. El circuito completo: la órbita microcósmica
El proceso no termina cuando la energía llega a la coronilla. Luego comienza el descenso. Esta fase es igual de importante y debe realizarse con atención y delicadeza.
La energía baja ahora por el canal frontal: desde la pineal, bajando por la frente, la garganta, el corazón y el vientre, hasta volver a los órganos sexuales. Allí se regenera y reinicia el ciclo.
Para facilitar esta circulación, la lengua debe colocarse contra el paladar (técnica khechari mudra), conectando así el circuito posterior con el anterior. Esto cierra el circuito energético y permite que la energía fluya como una cinta de Möbius infinita.

6. Lo que pasa en tu cuerpo (y en tu conciencia)
Cuando practicas esta órbita varias veces (idealmente al menos durante 30 minutos al día), tu cuerpo entra en un estado de alta electrificación. El sistema nervioso se agudiza. Sientes el flujo de sangre, la expansión de tus células, la sinfonía de tus órganos. Literalmente sientes tu biocomputadora encenderse.
Tu conciencia se expande. Puedes entrar en estados que van de lo visionario a lo cósmico, como sueños lúcidos, percepciones cuánticas, experiencias fuera del cuerpo o regresiones arquetípicas. Tu ADN parece hablarte. Tu cuerpo se vuelve un oráculo.
7. Cómo estabilizar estos estados
Una vez activado el Kundalini, muchas personas se desestabilizan: tienen visiones intensas, sueños lúcidos o incluso desmayos momentáneos. Esto es normal si fuerzas demasiado o te olvidas de algo esencial: la integración.
Para estabilizar el proceso:
Progresión suave: empieza con 2-3 prácticas semanales y ve aumentando.
Lengua contra el paladar siempre durante la práctica.
Presencia mental objetiva: no interpretes lo que ves, obsérvalo sin juicio.
Postura segura y cómoda, nunca practiques de pie o bajo el agua.
Con el tiempo, tu sistema se irá adaptando. Como aprender a andar en bicicleta, pronto sabrás pilotear estos estados con naturalidad.
8. Más allá del Kundalini: fuego interno y campo toroidal
Una vez que la energía sube y baja con naturalidad, el siguiente paso es hacerla girar. Esta fase se conoce como la órbita microcósmica giratoria, y es el preludio al trabajo con el campo toroidal o la MerKaBa, una geometría energética avanzada donde tu campo electromagnético vibra al ritmo de la Tierra.
Los taoístas afirman que cuando haces circular tu energía interna más de 10,000 veces por minuto, accedes al campo informacional del planeta, y comienzas a recibir insights desde la red viva de la Tierra misma.

9. ¿Y ahora qué hago con todo esto?
Despertar la energía Kundalini no es un fin. Es un comienzo. Una vez abierto este canal, puedes:
Sanarte física y emocionalmente
Expandir tu percepción espiritual
Transformar tu realidad interna y externa
Manifestar desde el vacío cuántico
Servir a otros como canal de consciencia
Pero sobre todo, puedes recordar. Recordar quién eres más allá del ego, más allá de tu biografía. Eres el universo jugando a olvidarse de sí mismo. Y al recordarte, el juego cambia. Empieza el juego infinito.
10. ¿Dónde empiezo?
Aquí mismo. No necesitas 10 años en la India. Solo necesitas 30 minutos:
30 minutos para alcalinizarte, oxigenarte y desintoxicarte
30 minutos para activar la órbita microcósmica
30 minutos para contemplar y estabilizarte en tu esencia infinita
Hazlo cinco veces. Luego, ya no necesitarás guías ni técnicas. Tu cuerpo sabrá qué hacer. Tu conciencia sabrá cómo pilotearse.

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